miércoles, 23 de septiembre de 2009

Novelas epistolares

El género epistolar, en el que la la acción se desarrolla a través de un intercambio de cartas entre dos o más personas, es una forma de novela que permite al autor ahondar mucho en las emociones y en los sentimientos de los personajes, pero que en la actualidad no está de moda, quizás por la dificultad que supone, y también porque ahora la carta ha perdido el significado que tuvo en otra época.



Las amistades peligrosas, de Choderlos de Laclos, es un magnífico ejemplo de este tipo de novelas, llevada además con éxito al cine en distintas versiones. La amigdalitis de Tarzán, del peruano Bryce-Echenique, otro ejemplo más reciente.



Hoy quiero recomendar un libro de este tipo: 84 Charing Cross Road, que relata el intercambio epistolar entre una escritora desconocida de Nueva York, la propia autora del libro: Helene Hanff, y un librero londinense especializado en libros difíciles de encontrar. La correspondencia, al principio solo comercial, dura más de 20 años, y se va transformando a lo personal de una forma enternecedora. Esta obra, por otra parte, fue la que catapultó a la autora a la fama.
Si os apasionan los libros, merece la pena que os hagáis con él, porque rezuma amor por la literatura.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Crónica de una muerte anunciada

Es muy difícil lograr crear tensión, y mantener el interés del lector, cuando desde las primeras páginas sabes lo que va a ocurrir, y sin embargo en este magnífico libro, escrito en foma de crónica por un presunto testigo ocular, el autor lo consigue a fuerza de un extraordinario dominio del lenguaje y de una narrativa llena de drama.



Desde el comienzo de la novela: El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo..., hasta el último párrafo: Tropezó en el último escalón, pero se incorporó de inmediato. "Hasta tuvo el cuidado de sacudir con la mano la tierra que le quedó en las tripas", me dijo mi tía Wene. Después entró en su casa por la puerta trasera, que estaba abierta desde las seis, y se derrumbó de bruces en la cocina..., vas pasando cada una de las casi 200 páginas sorprendido y maravillado por lo que sucede.


Tema principal: la fatalidad. Todo el pueblo, menos el interesado, sabía que le buscaban para matarlo, todos lo querían impedir, y al final, por una serie de sucesos - casi todos fortuitos - los hermanos Vicario le asesinaron.


Esta obra madura de García Márquez, publicada 6 años después que El otoño del patriarca, es una de mis favoritas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El guardián entre el centeno

Nunca he entendido del todo el título en español de la obra de Salinger - The catcher in the rye -. Pienso que se podía haber escogido una traducción mejor que "guardián", porque tengo que reconocer que me confunde, y pienso que a otra mucha gente también.

La he vuelto a leer en dos tardes y es una obra maestra. Pasan pocas cosas en la novela; sin embargo, está tan bien contada y el lenguaje es tan fuerte, que no deja de causar admiración la habilidad del escritor para lograr meternos en la mente de un adolescente inadaptado a partir de los primeros párrafos. El personaje de Holden Caulfield, que relata los acontecimientos en primera persona, es de los que se te quedan.

Una vez más sorprende que un escritor tan bueno no nos haya dejado mucha más obra, privándonos en cierta forma de su forma original de ver el mundo.

Una frase del libro, la cita que le da a Holden un antiguo profesor: "La señal del hombre inmaduro es que aspira a morir noblemente por una causa, mientras que la del maduro es que quiere vivir con humildad por la misma"