domingo, 18 de diciembre de 2011

El hombre en busca de sentido

Quiero cerrar el año con una cita del psiquiatra austriaco Viktor Frankl, superviviente de Auschwitz y Dachau, sacada de su libro El hombre en busca de sentido publicado en 1946. Si no lo habéis leído os animo encarecidamente a que lo hagáis.

"... Hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la raza de los hombres decentes y la de los indecentes. Ambas se encuentran en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo se compone de hombres decentes o de indecentes, así sin más ni más. En este sentido ningún hombre es de pura raza y, por ello, se podía encontrar entre los guardias a alguna persona decente.

La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. ¿Puede sorprender que en estas profundidades encontremos, una vez más, cualidades humanas que en su naturaleza más íntima eran una mezcla del bien y del mal? La escisión que separa el bien del mal, que atraviesa imaginariamente a todo ser humano, alcanza las profundidades más hondas y se hizo manifiesta en el fondo del abismo que se abrió en los campos de exterminio.

Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración".

Con este pensamiento de Frankl, que falleció en 1997 a los 92 años e impartió clases de psicología en Viena hasta los 85, aprovecho para desearos una muy feliz navidad, y que el próximo año os traiga todo lo mejor.

martes, 13 de diciembre de 2011

El Americano

Henry James escribió, y situó, esta novela en Paris, y pensó en otros títulos: El hombre democrático, El hombre nuevo..., antes de llamarla El Americano.

Muy influenciada por Rousseau, Voltaire y por los ideales de la revolución francesa, muestra a la perfección el contraste entre el viejo y el nuevo continente, entre el hombre hecho a si mismo, y aquel que hereda la posición y el futuro - con sus ventajas y limitaciones -. Con un estilo que recuerda a Zola y Balzac, puede considerarse el inicio de la novela norteamericana.

Aunque ahora las diferencias culturales a ambos lados del Atlántico son mucho menores - gracias sobre todo a la presencia del cine y la música norteamericanos en todo el mundo -, el libro sigue dejando patentes algunas diferencias que todavía perviven: cierto optimismo algo ingenuo, ver el mundo como frontera, una fe antropológica en las posibilidades de la tecnología y el progreso..., que nos demuestran que estamos ante una obra maestra, a pesar de que en ocasiones sea melodramática.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Voyagers 1 y 2

Vivía en Estados Unidos (1977) cuando fueron lanzadas estas dos naves; estaba de presidente Jimmy Carter. Su misión: llegar lo más lejos posible dentro del sistema solar, en principio hasta Neptuno, situado a 4.000 millones de km de distancia.

Al principio seguía más o menos su peripecia: llegaron a Júpiter, explorando sus lunas; después a Saturno; más tarde hasta Urano... pero luego me olvidé de su existencia. Ahora, gracias a la revista Time, sé que la primera de ellas ha recorrido ya 18.000 millones de km, el doble de la distancia que nos separa de Plutón, y que se dirige al espacio interestelar - parece algo de Star Wars -; y que Voyager 2 ha avanzado otros 14.500 millones de km.

Es decir que durante estos 34 años las dos naves han seguido funcionando (gracias a su pequeño reactor nuclear), y siguen mandándonos señales - que tardan 13 horas en llegar a la Tierra volando a la velocidad de la luz -. La antena que las envía consume solo 23 watios, menos que la luz de una nevera convencional.

No digáis que no constituye una noticia que nos ayuda a levantar el optimismo sobre el hombre y sus posibilidades, y que sin embargo casi ni se menciona en los medios. Se escriben miles de palabras sobre temas mucho menos relevantes, anunciando catástrofes inminentes que a la postre lo más probable es que se eviten.