sábado, 19 de febrero de 2011

Wallander

Kurt Wallander, el detective de homicidios creado por Henning Mankell me cae bien, muy bien; me pasa como con Montalbano, su homólogo trasplantado a Sicilia, o con el comisario Brunetti, del que ya hablé en este blog. Son personas con vida, con sentimientos, con virtudes y manías, de los que te gustaría ser su amigo... Atraen porque son humanos, porque actúan pensando en las consecuencias, porque no quieren resolver sus casos de cualquier manera, porque desconfían del poder en todas sus formas, incluida la policial.

En este último aspecto viene a cuento la cita de Toccqueville que abre su novela El hombre sonriente: "No es la inmoralidad de los grandes hombres lo que debería infundirnos temor, sino más bien el hecho de que sea ésta la que, con tanta frecuencia, permita a los hombres alcanzar la grandeza".

jueves, 10 de febrero de 2011

La balada de Iza

Es la primera novela que leo de Magda Szabó, escritora húngara fallecida hace tres años. Es un libro intimista, muy bien escrito, que trata de las complicadas relaciones entre una madre y una hija a raíz del fallecimiento del padre.

Es un buen libro, en el sentido de que es universal: te das cuenta que los problemas de convivencia, malos entendidos, preocupación excesiva por el otro, chantajes emocionales..., que se dan en la novela son los que han ocurrido y ocurrirán siempre entre padres ancianos e hijos maduros. Es, no obstante, una obra que destila tristeza, una tristeza algo fatal, con la sensación de que te puede llegar a ocurrir a ti.