lunes, 24 de mayo de 2010

Biografías

Llevaba mucho tiempo sin leer una biografía; hubo una época en la que me apasionaban: recuerdo devorar las magníficas de Stefan Zweig (Fouché por ejemplo ó María Estuardo), Louis de Whohl - ya citado en este blog -, Marañón (Antonio Pérez, Olivares...), pero luego las dejé, pasando a la novela histórica (Graves etc.).

Hace unos meses cayó en mis manos Stalin, del británico Robert Service. El autor ha tardado casi 30 años en documentarse, y no ha visto la luz hasta que pudo consultar los archivos secretos de Moscú cuando se abrieron hace pocos años.

Comienza de esta forma: "Stalin cambió de nombre muchas veces antes de la Gran Guerra; solo comenzó a llamarse de forma permanente Stalin en 1912... Aunque fue bautizado como Ioseb Dzhughashvili..., muchos de sus allegados le conocían por otros apodos (Soso, Soselo y Koba) y por seudónimos (incluyendo Ivánovich y varios más)".

De especial interés para nosotros todo lo referente a la influencia de Stalin en el periodo 1933 - 1939, y su participación en algunos episodios oscuros de la Guerra Civil.

Terrible la vida de este personaje; terribles sus consecuencias; terrible su herencia...; magnífica la biografía de Service.

martes, 18 de mayo de 2010

Los próximos 30 años

En la coyuntura que vivimos, cuándo en opinión del historiador Payne nuestro país se enfrenta por primera vez cara a cara con la globalización en sus aspectos más exigentes, resulta grato encontrarse con un libro optimista y positivo como el que ha escrito González-Alorda.

Es una obra corta, ágil, que se lee con facilidad; escrita además de forma diferente: en cada capítulo, a través de la página web del autor, se puede acceder a muchos enlaces de interés: vídeos, lecturas, canciones..., y termina siempre con una pregunta, que es a la vez una invitación a la acción. El primero concluye por ejemplo de la forma siguiente: "En los próximos 30 años tú quieres ser espectador o protagonista?"


viernes, 7 de mayo de 2010

Historia de un alemán

Hay lecturas que te producen un impacto, que al terminarlas tienes la sensación de haber comprendido algo importante, de haber entendido las razones de sucesos que hasta entonces parecían absurdos. Eso me ha pasado al leer Historia de un alemán, de Sebastián Haffner.

Con este libro -que se podría definir como un ensayo biográfico- he encontrado respuestas a cuestiones como: ¿qué puede conducir a un pueblo a la locura colectiva?, ¿qué implicaciones tienen esos hechos históricos en la forma de pensar y las actitudes de la gente de hoy?

Escrita en primera persona, abarca el periodo 1914-33; empieza con un protagonista niño, justo al comienzo de la Gran Guerra, y termina con su autoexilio cuando las nazis alcanzan el poder -a través de unas elecciones, no lo olvidemos-.

Recomiendo en especial el capítulo en el que se describe el periodo de hiperinflación (1923). Cito: "en agosto el dólar alcanzó el millón de marcos. Lo leímos con la respiración ligeramente entrecortada, como si se tratara de un increíble récord. Dos semanas más tarde..., el dólar multiplicó su velocidad de ascenso por diez, y su valor comenzó a aumentar rápidamente en unidades de cientos y luego de miles de millones. En septiembre el millón no tuvo ya ningún valor y el millardo se convirtió en unidad de pago. A finales de octubre fue el billón. Entretanto se produjo un suceso terrible: el Reichsbank dejó de imprimir billetes".

Este suceso dejó totalmente desorientada, y arruinada, a la clase media alemana de la época, y contribuyó a lo que sucedió diez, veinte y treinta años después. Todavía hoy en día los alemanes tienen un temor primigenio a la pérdida del valor del dinero.

Ahora también vivimos una época convulsa, pienso que en parte por la enorme transferencia de poder económico e industrial desde el primer mundo hacia Asia: una especie de choque de placas tectónicas que necesitan ajustes, provocan terremotos y erupciones, conllevan costes y sufrimientos - y los que quedan por venir -, pero afortunadamente lo estamos logrando por medios pacíficos, sin una guerra global.