miércoles, 23 de junio de 2010

El último Don

Solo había leído una novela de Mario Puzo, El Padrino, después de haber visto la magnífica trilogía que Coppola hizo para el cine de ella; la cogí por tanto con ilusión. Como indica su nombre va de otra familia mafiosa de origen italiano, y ocurre entre Nueva York, Los Ángeles y Las Vegas.

Sin embargo, El último Don no me ha gustado: no sé si habrá sido un tema de expectativas incumplidas, o porque no tenía el estado de ánimo adecuado, pero me ha parecido tópica, predecible y efectista en exceso. Consiguió captarme el interés al inicio, pero la abandoné unos días por un viaje y ya no fui capaz de terminarla.





viernes, 11 de junio de 2010

Ruth Rendell

Ruth Rendell es una magnífica escritora de novelas de misterio. Estos días estoy con Las llaves de la calle, ambientada en Londres, y en concreto en Regents Park y su zona limítrofe.

Hace tiempo había leído El señor del páramo y Un beso para mi asesino, y me gustaron, pero he tardado en tener otra obra suya entre las manos. La baronesa Rendell - fue hecha Dama del Imperio Británico en 1996 -, une a su extraordinaria capacidad para crear suspense, semejante a la de otra de mis autoras favoritas, Patricia Highsmith, una gran calidad literaria, y un amplio conocimiento de Literatura con mayúsculas, con referencias implícitas y explícitas a muchos grandes.

Esta novela tiene cierto parecido en su temática y construcción con mi novela Tirando del hilo: historias paralelas, mezcla de ambientes (burguesía, vagabundos...), enfermedad mental, ideales religiosos..., pero es más policiaca que la mía, y no toca el aspecto del mundo de los negocios. Posee, además, unas descripciones mucho más detallistas, que las hace casi visuales.

En esta época tan convulsa para mi actividad profesional: los mercados financieros, leer novelas de misterio es una evasión maravillosa y eficaz, que recomiendo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Ken Kesey

Hasta hace pocos días desconocía este nombre, aunque conocía muy bien su primera novela, más bien la película de Milos Forman sobre su novela: Alguien voló sobre el nido del cuco. Mi hija me la pasó en versión inglesa, y me ha impresionado: por la fuerza de su lenguaje, de sus personajes - sobre todo el inolvidable McMurphy -; por la protesta implícita contra las reglas y reglamentos de la sociedad, representados por el Hospital y en concreto por la terrible enfermera Ratched.

Al terminarla, quedas con la buena sensación de que el amor del hombre hacia su prójimo, en el sentido más propio del término, es capaz de surgir y de concretarse en el peor de los ambientes.