Es la primera novela que leo de Magda Szabó, escritora húngara fallecida hace tres años. Es un libro intimista, muy bien escrito, que trata de las complicadas relaciones entre una madre y una hija a raíz del fallecimiento del padre.
Es un buen libro, en el sentido de que es universal: te das cuenta que los problemas de convivencia, malos entendidos, preocupación excesiva por el otro, chantajes emocionales..., que se dan en la novela son los que han ocurrido y ocurrirán siempre entre padres ancianos e hijos maduros. Es, no obstante, una obra que destila tristeza, una tristeza algo fatal, con la sensación de que te puede llegar a ocurrir a ti.
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