Solo había leído una novela de Mario Puzo, El Padrino, después de haber visto la magnífica trilogía que Coppola hizo para el cine de ella; la cogí por tanto con ilusión. Como indica su nombre va de otra familia mafiosa de origen italiano, y ocurre entre Nueva York, Los Ángeles y Las Vegas.
Sin embargo, El último Don no me ha gustado: no sé si habrá sido un tema de expectativas incumplidas, o porque no tenía el estado de ánimo adecuado, pero me ha parecido tópica, predecible y efectista en exceso. Consiguió captarme el interés al inicio, pero la abandoné unos días por un viaje y ya no fui capaz de terminarla.
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