El segundo que me regalaron fue un cómic. Ya sabéis lo que me gustan: Corto Maltés, Tintin, Lucky Luke, Alix, El guerrero del antifaz, El Jabato, Blake y Mortimer, Mafalda...
Nada más regresar de Buenos Aires volví a leer Tango de Hugo Pratt, y cuando vuelva a Venecia intentaré localizar los rincones que aparecen en su Fábula de Venecia, pero no había leído Persépolis, premio en el Festival de Cómic de Angouleme: un conjunto de cuatro libros en blanco y negro recogidos en un único volumen de la editorial Norma, del que me habían hablado pero no había leído.
Nada más regresar de Buenos Aires volví a leer Tango de Hugo Pratt, y cuando vuelva a Venecia intentaré localizar los rincones que aparecen en su Fábula de Venecia, pero no había leído Persépolis, premio en el Festival de Cómic de Angouleme: un conjunto de cuatro libros en blanco y negro recogidos en un único volumen de la editorial Norma, del que me habían hablado pero no había leído.
Me ha encantado. Es cierto que una imagen - dibujos en este caso - vale más que cien palabras, y éstos son especialmente expresivos e inteligentes. Se lee de un tirón. Os lo recomiendo.
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