Hemos estado unos días viajando por la región de Atacama en el norte de Chile, con base en San Pedro - donde a propósito pudimos ver con emoción la final de Copa Madrid/Barsa en la terraza de un bar: los periodistas argetinos que transmitían el encuentro no eran neutrales en absoluto -.
Naturaleza maravillosa, contrastes sorprendentes, silencio, aire purísimo, cielos magníficos, amaneceres de ensueño, atardeceres con una copa viendo el sol ponerse tras un volcán con fumarola...
El regreso: vuelo desde Calama hacia Santiago, despedir a mi hijo Javier que trabaja allí, y vuelo nocturno a Madrid con Lan Chile: magnífica compañía; despertarse a la altura de Madeira, y aterrizaje en Madrid el lunes de Pascua antes de comer.
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