El berlinés Louis de Wohl, nacido un 24 de enero - fecha de mi cumpleaños - eso sí de 1903, ha sido un escritor extraordinario, y en cambio es poco leído actualmente. Su propia vida - como podéis comprobar navegando un poco por la red - es novelesca y apasionante, y nos ha legado una gran cantidad de obras, la mayoría novelas históricas, amenas e interesantes, y de gran profundidad. Recuerdo con cariño El mendigo alegre, basada en San Francisco de Asís, El hilo de oro, la vida de San Ignacio, y otras muchas: El oriente en llamas, La lanza...
He vuelto a leer hace unos días Fundada sobre roca, subtitulada Historia breve de la Iglesia, que había leído con quince o dieciséis años, y además de disfrutarla, me ha ayudado a poner en orden mi corazón y mi cabeza.
La recomiendo sobre todo en estos momentos, en los que hay demasiado ruido de fondo sobre asuntos muchos de ellos pequeños, incluso minúsculos en ocasiones, para que los cristianos recordemos todo lo que ha sobrevivido con éxito nuestra Iglesia en estos 20 siglos - crisis internas y ataques externos de magnitudes muy superiores a los actuales -, y como en efecto está fundada sobre roca, renovándose una y otra vez de forma a veces inesperada: San Benito, el Santo de Asís, la Madre Teresa etc.
Para los que nos gusta escribir, una frase de una entrevista suya: "Cuando alguien me pregunta: ¿Debo ser escritor?, invariablemente le respondo que no. ¿Por qué no, si todavía no ha leído ninguno de mis escritos? Efectivamente, pero aún así lo sé; lo sé porque me lo pregunta. Si hubiera en usted lo necesario para serlo, no me lo preguntaría: escribiría y seguiría escribiendo."
Cualquier libro de Wohl es una buena opción para las tardes de navidad.
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